El nacimiento de Gaël fue un parto en el agua en casa, en lo que parecía una reunión familiar o de amigos. Noelia llevaba semanas pensando que el parto era inminente, incluso pensábamos que se había roto la bolsa y que en cualquier momento empezaría todo, pero no, Gaël se hizo esperar. Así que cuando llegó el día (o la noche, mejor dicho) Núria dudó por un momento si nos había llamado demasiado pronto de nuevo, ya que de momento todo avanzaba tranquilo. En su casa nos habíamos reunido las comadronas de «Nèixer a casa«, su amiga Núria y yo, todos en el salón con Noelia y Jordi, y por supuesto la perra de la familia, que estaba nerviosa observando todo el movimiento alrededor. Un poco más allá del pasillo la hija mayor, Álex, dormía tranquila sin ser consciente de todo lo que estaba a punto de pasar.
Para explicar el relato del nacimiento de Gaël nadie mejor que la propia Noelia para contarlo. Yo sólo puedo decir que me fui de allí asombrada de nuevo de la gran fuerza que tenemos las mujeres, sintiendo una gran admiración hacia Noelia por su determinación y su valor. También me quedo con esa imagen de equipo, todos a una, apoyando a Noelia, supliendo a Jordi cuando tenía que ir a consolar a Àlex cuando se despertaba y llamaba, aportando consuelo, alivio, ánimo…Y como no, la profesionalidad del equipo de Nèixer a casa para poder atender un parto en el agua, y la tranquilidad que da sentirse en buenas manos (incluso en el momento de incertidumbre que sentimos al tardar Gaël en reaccionar por una vuelta de cordón, algo muy normal y frecuente que no dio más complicaciones pero que nos tuvo en vilo en unos segundos que parecieron minutos).
Bienvenido al mundo, Gaël. Eres afortunado de contar con una familia de vikingos, como dice tu madre, con los que no te faltará nunca apoyo y mucho amor.
Que secuencia emocionante, no hay palabras para describir la felicidad de esos recién papás. Se ve que la madre a sufrido, pero valió la pena. Felicidaes